Bloody Mary.
Bloody Mary. Bloody Mary.
Según dicen, ella aparece en el espejo e intenta agarrarte. Si enciendes la luz antes de que te coja, ella desaparece. Dicen que los pocos audaces acaban con arañazos en toda la cara. Se trata de un espiritu vengativo y parece que responde también a los siguientes nombres: Bloody Bones, Hell Mary, Mary Worth, Mary Worthington, Mary Whales, Mary Johnson, Mary Lou, Mary Jane, Sally, Kathy, Agnes, Black Agnes, Aggie, Svarte Madame (variantes de la leyenda).
Los requerimientos específicos del ritual varían. Algunos especifican que el espejo debe estar iluminado por una sola vela; en otros, debe haber una de cada lado. Otras versiones dicen que el mensaje debe ser repetido por una joven que sea o voluntaria a hacerlo o seleccionada por un grupo para invocar el espíritu de la bruja del espejo. La cantidad de cánticos para hacer el ritual también varía.
Otra cosa que cambia, es lo que la bruja hace una vez que sale del espejo. Muchos dicen que aquel que la llama será asesinado, se volverá loco o será severamente rasguñado en la cara. También puede transmitir su malevolencia a través del cristal y llevarse a su convocador/a a vivir con ella del otro lado del espejo.
Los orígenes de la leyenda se remontan a 1978, cuando la floklorista Janet Langlois publicó su ensayo sobre la historia. La creencia en invocar al espíritu de la bruja del espejo se esparció, en ese mismo momento, a través de los Estados Unidos.
Mary es invocada cada vez que un grupo de chicas chillonas se juntan para quedarse a dormir en una casa, pero se conoce que los muchachos también han intentado invocarla.
Se decía que Mary era una bruja que fue ejecutada hace cien años por practicar las artes oscuras, o una mujer de los tiempos modernos que murió en un accidente de auto en el cual su cara fue horrriblemente mutilada.
Algunos confunden a la bruja del espejo con Mary I de Inglaterra, cuya historia se recuerda como la de “Bloody Mary” (Mary sangrienta) Una versión expandida de esta confusión dice que esta reina acostumbraba a matar jóvenes doncellas, bañarse en su sangre y así lograr mantener una eterna juventud.
Mary I de Inglaterra (1553-1558) no fue nada más que una belleza famosa que temía perder su aparencia. Era una mujer madura, de alrededor de cuarenta añosb que tenía tanto sentido de estilo como un trapo de piso. La idea de que ella se bañase en la sangre de vírgenes para conservar su belleza es ridícula. Recibió su apodo de Bloody Mary porque asesinó a un número importante de protestantes durante su reinado, y trató de reestablecer el catolicismo como la religión de su tierra después del mandato de su padre (Henry VIII, aquél que se casó seis veces y que casi estableció una nueva religión después de que el Papa le dijera que no podía llevar nupcias con la segunda esposa si todavía estaba con la primera) y su hermano (Edward VI, que gobernó luego de la muerte de Henry pero falleció a la edad de dieciséis) Mary era una devota mujer religiosa que pensó que lo que estaba haciendo era salvar las almas de los sujetos de una eterna condenación. En esos tiempos, por más ridículo que parezca el bienestar de un alma era considerado como algo más importante que la vida que la llevaba adentro. El hecho de que traer nuevamente al Catolicismo como relegión oficial le ayudara a mantener su poder, también es de relevancia.
Mary I era la media hermana de Elizabeth (1558-1603) Ambas eran hijas de Henry VIII, pero la madre de Mary fue Katherine of Aragorn y la de Elizabeth fue Anne Boleyn. Elizabeth I se volvió reina cuando Mary falleció, y reinó por muchos años, llegó a ser conocida como “la Reina Virgen” porque nunca contrajo matrimonio.
La historia del personaje también tiene varias versiones: una bruja quemada por la inquisición, una mujer que murió en un accidente, una mujer que se bañaba en sangre de doncellas, incluso, una mujer muy presumida que se cepillaba su rubio cabello más de 100 veces al día. Una noche, mientras estaba enbelesada con su imagen frente al espejo mientras se acicalaba el pelo, un hombre la atacó por detrás con una navaja, pero sólo le cortó el pelo. A ella le afectó tanto que se ahorcó.
La leyenda tiene un elemento importante de señalar: el espejo.
El espejo es sujeto de muchas supersticiones y presente en la mitología de muchos lugares. La imagen que se refleja se identifica con el alma o el espíritu de la persona (por eso los vampiros, al carecer de alma, no se reflejan). Según esto, las almas sin cuerpo sí aparecerían reflejadas en él.
Una creencia muy extendida es que cuando un moribundo está a punto de dejar este mundo, se cubren los espejos, por temor a que el alma del agonizante quede encerrada en ellos.
El espejo se concibe, así, como ventana al mundo de los espíritus. La leyenda urbana de Bloody Mary aprovecha esta visión. El mundo de los espíritus tiende a imaginarse como una contrapartida especular del de los vivos. Lewis Carroll desarrolla magistralmente la idea del espejo como entrada a un mundo inverso en la segunda parte de las aventuras de Alicia.
El espejo es también objeto frecuente de consulta: se le juzga capaz de mostrar sucesos y objetos distantes en el tiempo o el espacio. En el cuento de Blancanieves, el espejo tiene la facultad de hablar y responde a las preguntas que le formula la madrastra. J.R.R. Tolkien retoma esta tradición del espejo mántico, capaz de mostrar el futuro, en su célebre espejo de Galadriel. En la novela Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling, aparece el espejo OESED (DESEO leído a la inversa), que no refleja la imagen de quien lo contempla, sino sus deseos más profundos.
En la mitología griega se creía que si se ponía un espejo frente a otro se creaba un reflejo infinito que transportaba a esa persona al mundo espejo una version opuesta al otro mundo.
Otra leyenda también muy conocida es la de poner un espejo sobre una tumba con dos velas a cada lado y, tras esperar un tiempo, puedes ver al fallecido que alli fue enterrado.